sábado, 22 de diciembre de 2007

Algunos consejos para cuando nos quieren lastimar emocionalmente...


La autodefensa comienza con una declaración de independencia:
No permito que mi estado de ánimo dependa de los demás.
Cada vez que nuestro humor y nuestros sentimientos dependen del trato que nos dan los otros, nos encontramos atrapados como peces en el anzuelo. En el momento en que alguien tira del hijo, empezamos a agitarnos. Hasta que no consigamos mantener la calma y la cabeza fría, no seremos capaces de defendernos eficazmente. La fuerza interior reside en la habilidad de no dejarnos enredar con las rarezas de los demás. No importa cómo nos tratan, somos nosotros los que decidimos cómo lo tomamos. Para lograr esto es necesario aislarse interiormente.
Este acorazamiento interior es el "escudo proptector".
Su escudo protector es un "airbag" personal, una protección antichoque, que procura no tomarse tan a pecho la actitud de los demás.
Para poder protegerse es suficiente con un escudo mental:
1) Recuerde una circunstancia en la que mantuvo la calma, a pesar de que la situación era violenta e irritante. Sumérjase de nuevo mentalmente en esta situación. Imprégnese de la sensación de que los disgustos le rebotan como una pelota de ping-pong.
2) Deje que lo invada la sensación de que puede protegerse mediante una especie de escudo invisible que levanta a su alrededor.
3)Imagine un escudo, a través del cual puede ver y oír, como ocurre con los cristales gruesos de las oficinas.
4)Elija una frase que le sirva de "música de fondo" para su escudo protector: "Eso es cosa de los demás", "Esto no tiene nada que ver conmigo".
A través de este escudo puede oir y ver todo lo que pasa a su alrededor con gran precisión, sin dejar de estar perfectamente protegido. El humor y los estados de ánimo de los demás ya no lo afectan.Se encuentra tranquilo y seguro en su propio espacio emocional y mental. Desde esta posición es capaz de reaccionar de forma amable, objetiva y tranquila. Puede que afuera arrecie una tormenta. A usted, sin embargo, no lo perjudica. El escudo protector lo puede ayudar a superar conversaciones difíciles. Asimismo, lo capacita para hablar con personas con mala intención de manera tranquila y concentrada.
BÁRBARA BERCKHAN (autora de "Cómo defenderse de los
ataques verbales")

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