Por cada mujer fuerte cansada de aparentar debilidad,
hay un hombre débil cansado de parecer fuerte.
Por cada mujer cansada de tener que actuar como una tonta,
hay un hombre agobiado por tener que aparentar saberlo todo.
Por cada mujer cansada de ser calificada como hembra emocional,
hay un hombre a quien se le ha negado el derecho de llorar y a
ser "delicado".
Por cada mujer catalogada como poco femenina cuando compite,
hay un hombre obligado a competir para que no se dude de su
masculinidad.
Por cada mujer cansada de ser objeto sexual, hay un hombre
preocupado por su potencia sexual.
Por cada mujer que no ha tenido acceso a un trabajo o a un
salario satisfactorio, hay un hombre que debe asumir la
responsabilidad económica de otro ser humano.
Por cada mujer que desconoce los mecanismos de un automóvil,
hay un hombre que no ha aprendido los secretos del arte de
cocinar.
Por cada mujer que da un paso hacia su propia liberación,
hay un hombre que redescubre el camino hacia la libertad.
La humanidad posee dos alas, una es la mujer, la otra el hombre.
Hasta que las dos alas no estén igualmente desarrolladas, la
humanidad no podrá volar.
Necesitamos una nueva humanidad.
Necesitamos aprender a volar.
Desconozco el autor
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